Avalon: El Jardín del Cáliz. Parte 1.
Uno de los lugares mágicos, de entre los numerosos lugares mágicos que podemos encontrar en Avalon, es el Jardín del Cáliz, o Chalice Well, en Glastonbury. Al entrar en los jardines de Chalice Well y subir por el sendero adoquinado bajo arcos vivos de plantas entrelazadas por la pérgola de roble, se deja atrás por un momento el jaleo del mundo, las distracciones artificiales. Al entrar uno se imagina caminando sobre las huellas de nuestros antiguos antepasados que visitaban este santuario desde hace miles de años.
Desde hace muchísimo tiempo las aguas que fluyen por debajo de la tierra se han venerado, no solo como la esencia de la vida, sino también como ofrenda de la tierra para sustentar las formas de vida. Como el Chalice Well nunca ha faltado a su deber, ha llegado a ser venerado, sobretodo como símbolo de la continua e ilimitada naturaleza de la fuerza vital. Además, nuestros antepasados antiguos veían las fuentes como los pórticos al mundo espiritual, donde los velos entre la existencia humana y el espíritu se aclaraban, facilitando la comunicación con los dioses y los espíritus de las religiones de la naturaleza.
El Cáliz (The Chalice)
El nombre de este lugar es propio de las leyendas cristianas y arturianas que proliferan en Glastonbury.
El nombre se remonta a la época medieval. Sin embargo, según la leyenda, José de Arimatea, el tío abuelo de Jesús Cristo, llevó consigo el Cáliz de la Ultima Cena (también se habla de que fueran las dos vinagreras que hubieran contenido la sangre y el sudor de Cristo como consecuencia de su crucifixión), y lo depositó bajo la colina sagrada de la cual empezó a correr la fuente ensangrentada. Consta que el Cáliz o el Grial protagonizaron las leyendas arturianas, la mayoría de ellas localizadas en Glastonbury y en el Valle de Avalon.
De acuerdo con la tradición, el Cáliz es visto como una vasija que contiene un elixir, o sea, una esencia consagrada o quizás el propio Grial. El Chalice Well y los jardines, con sus aguas rebosantes, se manifiestan como un elixir que da vida a la tierra madre, Gaia. Aquí una paz y alegría profunda del espíritu han conmovido a mucha gente.
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